No puedo resignarme a tenerte lejos,
mi cuerpo necesita del ardor de tu piel
y de la férvida fogosidad de tu respirar.
Pirro sucumbir en el fuego
de tu pasión ígnea, enardecerse
frenética en tus anhelos y forma
una candente pira que nos haga arder.
Entrelazarnos impetuosos,
encender esos recuerdos
al fundir nuestras mentes, en el vibrar
eufórico de nuestra excitación.
Ejecutar y quemar nuestra avidez
hasta derretir cada deseo suspirado,
en la viveza intensa de nuestra entrega.
Hacer de nuestro momento un rito,
purificar nuestro sentimiento,
dejar que el asfixiante entusiasmo
se apodere de nuestro corazón.
En la caldera de nuestro entusiasmo,
ahogaré el llanto de la lejanía;
que hierva, no me importa morir
en la efervescencia de la fogata
de tu ardoroso vigor.
Lo devoraré con el apetito
de mi excitación al sentirte palpitante
en mi ansia, cuando carbonices mis ganas,
y que seas la hoguera de mi efusión.
Vida, retomemos la candela del pasado
arroparla con la tibieza del presente,
y que abrase intensamente el destino
de nuestra intrépida existencia.
Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Viernes/Enero/30/2015 12:05:41 am
Autora mexicana