Quiero romper con besos
los féretros, los ataúdes,
y las lápidas. Quiero sentir
sus huesos y oscurecer su brillo
lentamente. Quiero amortiguar
los pesos insonoros con islotes
de versos: quiero leve la sonrisa
y esplendor en sus miradas.
Quiero una anatomía transparente
para resurgir de las palomas, y de las aves,
entre las pinturas blancas de mi infancia:
quiero que los sueños se cumplan,
y los latidos hallen un buque de esperanza.
Quiero que los ojos duerman de alegría
y el asombro regrese a sus pupilas contaminadas.
Quiero quitar raíces de duelo y horizontes
de tristeza: enjalbegar con pintura blanca,
las paredes y los muros de casas y calles.
Y en el luto de los pájaros, poner nuevas
alas.
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