Después de la resurrección. Día 3.
VERDADEROS TESOROS
Quiero volver a la playa,
y que las olas del mar me cuenten otra historia.
Una vez el mar me contó
que los barcos hundidos fueron, en realidad,
barcos que le tuvieron miedo a la tierra,
y aquéllos que naufragaron en islas desiertas
fueron barcos que huyeron de la tormenta.
También me contó que las sirenas se dejan ver
de los navegantes soñadores,
que los delfines regalan impulso
a los que nadan con los brazos rotos
y que las estrellas revelan un mapa
a los que se pierden en el océano y, aun así,
no piensan retroceder.
Quiero volver a la playa,
y que el mar me revele otros secretos.
La última vez, tratando de contemplar un tesoro,
toqué fondo y tragué un poco de agua salada.
Pero el mar me enseñó que los verdaderos tesoros
son los que desean nadar a tu lado
sin importar la dirección, sin importar la corriente
y sin importar el clima, el tiempo y la distancia.
Quiero volver a la playa,
sé que esta vez será diferente,
sé que esta vez hay un tesoro en la superficie
esperándome.
h.r. ales
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