El cuarto en penumbras, un hombre y su pena
la muerte que espera, cobra comisión
el tiene muy claro que está entregado
prepara tranquilo...su fiel confesión.
Supo de paseos con la luna del brazo
sueños que se fueron y no pudo alcanzar
pero tuvo amigos, que nunca fallaron
sus buenas acciones...no van a olvidar.
Ha bebido penas junto a solitarios
hembras que aún penando, sabían reír
malevos vencidos, que tragó el progreso
y esa muchachita...que fue su sufrir.
Al buzón testigo de la calle Amenábar
que en noche de copas, siempre lo entendió
le deja una carta y dos lagrimones
para que la entregue...a quién tanto amó.
De un cajón retira, un par de hojas mustias
son do poesías que escribió con unción
una es para Boris, su amigo del alma
y otra a la vida...que tanto le dio.
Boris Gold (simplemente...un poeta)