Hoy sacudo de mis alas el exceso
y remuevo sin fricción al lodo más arcano
alzo mi voz para desvanecer la lejanía;
de entre los que no presienten a mis pasos.
Extingo la tregua de la superficie
para invocar las estrofas de carne
busco la cercanía entre la distancia
y hacer visible la versión de mis huesos.
Nublo los cielos superficiales;
con nubes que emanan en lo recóndito
imputo un abismo a la neblina
mientras marcho afanoso y desde adentro a doblegar las vallas más falaces.