¿Y si me bailas de nuevo?, le dije sin tapujos
acompáñame en el bombo mientras todos están mudos,
deslízate en una pista bañada de piano
cubierta de violín, llorando sobre un saxo amargo,
enséñame otra vez a ser dos notas en compás,
una armonía seca anclada en el vacío al improvisar,
se mi escalera y que tus piernas sean mis cuerdas
mis brazos tus baquetas y que tus labios sean mis letras.
Haceme el arte cómo si no hubiera público
mirándome a los ojos en un interludio súbito,
se la artista y yo tu admirador
píntame tu sonrisa porque en ella vi a dios,
no le cantes al amor pero hacele un retrato,
mientras vuelas como trapecista yo soy tu payaso,
si eres el coctel entero déjame ser tu tequilazo,
siento que nos quemamos siendo tallados en un mármol.
No me hace falta el aplauso con tu mirada me sobra,
con tigo sobre el escenario no hay telón que nos cubra,
sos la declamación completa,
un espectáculo de aire libre aplaudido desde la banqueta,
permíteme ser un bocadillo de tus artes culinarias
reservándonos el postre pa’ debajo de las sábanas.
No eres la musa eres tu propia maqueta,
puedo ser madera pero tú la uva de primera cepa,
eres la directora y yo un libreto abierto
y déjame decirlo…
me seduces como un lápiz a un cuaderno
a donde narrar mis sueños
donde te seguiría leyendo
ya que si no eres protagonista se me hace fome este cuento.
Bailame de nuevo, se mi arte se tu todo
muéstrate sin grises y píntame dos mundos
déjame impactado no eres una obra maestra
yo te siento no te admiro, eres la galería entera.
Bailame de nuevo, se mi arte se tu todo
muéstrate sin grises y píntame dos mundos
déjame impactado no eres una obra maestra
yo te siento no te admiro, tu color no está a la venta.