Sirenas del Basto mar,
Se ríen de mí;
Será mi pelo,
O sombrero, o mi caminar.
O quizás huelen a lo lejos,
Que por más que quisiera
Nunca, con ellas podre hablar.
Sirenas del basto mar,
Que elegantes sus cuerpos;
Como brillan mágicos,
Bañados por el sol.
Oh, sirenas, quien pudiera,
De sus melodiosos suspiros,
Dueño aspirar a ser.
Oh, hermosas sirenas,
Algún día quizás las vuelva a ver.