Ésa, la más odiada, porque no hubo nunca mujer más bella,
ni nunca el cielo anunció su arribo con tal predilección.
Estrella Del Valle
Para ti que te has marchado,
y alejado de mi mundo,
dejas un dolor profundo
en mi sueño fracasado.
Para ti que te has marchado
fugándote de mí vida,
como paloma perdida
matando un sueño flechado.
Para ti que te has marchado
a mitad de mi existencia,
he de olvidar tu imprudencia
la incuria y lo desdichado.
Para ti que te has marchado
quisiera no tenerte odio,
y olvidar aquel oprobio
en mi embrujo despechado.
Para ti que te has marchado
a un paraje en el destiempo,
donde reina el contratiempo,
la desdicha y lo añorado.
Para ti que te has marchado
siendo una mujer querida,
entre tantas, la elegida,
la dueña de mi pecado.