El blanco se quedó en la oscuridad;
noviembre se hundió en un pozo infinito;
las niñas, hojas de réquiem de fragilidad
que el cielo dejó de ser azul a lágrimas de delito.
Bajo el pueblo, la lluvia fue plomo
de sangre, ¿dónde fue a parar esa adolescencia de plenitud?
¡Qué silencio en la habitación sin el palomo
de la primavera!. La escuela de las niñas en un ataúd
callado en el último pupitre de cristal.
Aquel viernes 13 el Silencio tomó la rienda
del pueblo hermoso, quedose ahora funeral.
La noche con su sustancia invisible mató...
el pétalo verde...y ángeles de leyenda:
¡viernes 13 mudo y que Dios...gritó!.
A MIRIAM,TOÑI Y DESIREÉ
6 de enero 2.020
NACHO REY