Inclusive en la más fría de las noches,
en la más oscura de las noches,
tu rostro irradia la claridad
que busca mi alma.
Este es un espacio, un trance,
donde no existen dudas,
no hay más.
Estás tú, sos vos,
eres tú, única e irrepetible,
simple, llana, compleja,
tierna, fuerte,
grande y sutil.
Inclusive en la más fría de las noches,
en las más oscuras de las noches,
tu rostro me parece bello.
No sé si soy yo el que delira
o eres tú quien me domina.
Nada es comparable con esa mirada tuya,
húmeda y fija,
más que la brisa.
Tu marcada sonrisa entra en mis sentidos.
Ni el frío cala mis huesos como tu cuerpo
enciende mis deseos.
Tú me has creado una temporada de invierno
con carácter de verano.
Nada es comprable cuando te veo llegar,
y entonces, solo entonces concluyo
que estoy jodidamente enamorado,
de los huesos al alma.