Cuando vuelvas tu mirada,
en dirección a otros ojos,
cuando el fuego de tu alma,
haga arder el corazón de otro amor.
Cuando bebas de otros labios
el delirio en un solo beso,
y la sangre corra alborotada
por tus venas llenas de deseo.
Piensa que no son tus ojos,
que no es tu alma,
que no son tus besos,
que no es tu sangre...
sino la mía,
piensa que es mi propia vida,
impregnando tu mirada, tus labios,
corriendo por tus venas,
que es mi alma fugándose en nostalgias de mi cuerpo,
la vida escapando en adioses de mis manos.
Solo piensa que hoy no soy el mismo,
que soy un poco más de ti,
y un poco menos de mí,
solo piensa y recuerda,
¡que aún te amo!.
SALO.