Quiero una lunada atulado
que el viento acaricie nuestra piel sudada
de tanto amor que nos embarga
la luna estaba en todo su esplendor
alumbrando nuestra pación
las estrellas son testigo
de Loque aquí paso
aun cansada
reposas en mis brazos
esperando el ocaso
en aquel regazo
que con besos y caricias
enpesamos una nueva alborada
dónde nuestros cuerpos cansados siguen
dándose amor sin tregua ni sosiego
Pues queremos que esto sea eterno