Un día nos despertamos y miramos alrededor.
Allá es bello y tranquilo.
Una mañana sin calles ni aves.
Sin ruido alguno.
Un silencio seco y lleno de intriga...
Aquellos que vieron al sol salir, hoy quemados están.
Frío de julio por la tarde, tus hojas crujen en mis pies en la ciudad vacía.