Uno de los tantos poemas que le hice a mi nieta cuando era chiquita
El trencito chucu chucu, va repartiendo alegría
ligerito hacia un destino donde solo reine la paz,
que los chicos vivan, jugando y riendo
y ver angelitos...bailando un vals.
Su máquina tiene muy lindos colores
y hasta su pitada, es una canción
vendrán a mirarla, pasar orgullosa
las hadas y duendes...todos en montón.
Cruzará por prados con flores silvestres,
y veremos paseando a un conejo soñador
la pícara ardilla, comiendo unas nueces
y oír al jilguero...llamar a su amor.
Un bosque de ensueño, más allá un charquito
con una ranita y un viejo castor
la laguna es de ellos, son buenos amigos
pasa una tortuga...y saluda a los dos.
El patito Federico nada en el arroyo,
jugando a la mancha con el pez volador
mientras en lo alto, de un palo borracho
un colibrí travieso...liba de una flor.
La gallina Luisa con sus diez pollitos
se van de visita, a lo de mamá perdiz
un duende travieso observa contento
y yo se los cuento...¡por que soy feliz!.
Boris Gold (simplemente…un poeta)