Sentado en mi sillón
contemplo a mi viejo reproductor
tocando ese vinilo,
tocando esa triste canción.
Sus versos son como cuchillos,
tan afilados que llegan a un pequeño corazón,
corazón sumido en lágrimas y en penas
provocadas por esa triste canción.
Busco quitar el vinilo,
mas yo no puedo.
Hay algo que me lo impide,
¿será mi melancolía, o
es que no puedo vivir sin esa triste canción?