Lourdes Aguilar

EL MAGO

¿Pruebas?
En el corredor encontré sus huellas
y hasta el jardín continúan sus pasos
aunque todos digan que invento patrañas
aguardo el anochecer para obtener su favor

Con una brisa perfumada que de golpe
abra los ventanales de mi alcoba
dejando rítmicamente orlar las cortinas
quedarme pasmada ante tal varonil presencia:
garboso, elegante, majestuoso su porte

En los hombros la capa y coronando
su rostro de celestial abolengo
un lustroso sombrero de copa
en sus manos enguantadas una vara de oro
entonces, con seductora sonrisa
al pie de mi lecho adivinar mi deseo

y con un movimiento de manos
alzar su vara y desaparecer el techo
descenderla al piso y emerger el mar
sentirme flotar, acunada por roces de rama
envuelto mi cuerpo en pieles de tigre

encontrarme en una exhuberante isla
donde cantan exóticas aves
y me acechan pasiones salvajes
cuya playa son pulverizados diamantes
donde el océano no tiene horizonte

Un deseo que dura lo que dura mi sueño
unas manos que adivinan deseos
un mago que con su capa me cubre
y al despuntar el alba se aleja en velero

Furtivo hechizo concedido
por la regia presencia de un mago o un genio
¡Qué falta hacen esas playas de ensueño!
cuando la noche se torna deseo
cuando el deseo es roce de ramas
donde se escuchan cantos de exóticas aves
y la piel despierta instintos felinos
al conjuro de seductoras sonrisas


Aunque todos digan que invento patrañas
en todo el corredor aparecen sus pasos
con arena brillante están marcadas sus huellas
y en el jardín forman charcos con agua de mar