Freddy Kalvo

La Copa del Árbol

La Copa del Palo

está muy tranquila,

no dice nada, quizá  detenida;

pasando lo malo

nos ve por encima.

 

¡Yo sigo esperando!

que caigan los frutos,

su tallo liso, los céfiros truncos;

y el tiempo pasando

minuto a minuto.

 

Ni el soplo del cierzo

remueve la copa,

que mira al cielo, gozando la coba;

ni mínimo esfuerzo

percibes ahora.