Claro es el día, oscura la noche,
es como sentimos el tiempo pasar,
esperando el sueldo, que nos traiga alivio,
esperando en vano poder descansar.
Quien pudiera ser diputado,
ser senador o ser consejal,
ampararse siempre en el poder de turno
y del sueldo de otros gastar y gastar.
Cómo pueden otros vivir tranquilos
si votaron ciegos de odio y rencor,
esperando a cambio una mano “amiga”
que los haga parte del festín mejor.
Son como buitres esperando cerca
de la carroña de hienas detrás del león
que come sólo las mejores piezas
de la muda presa que es la Nación.