Mi ángel oscuro, ¿cómo puede que esto sea tan duro?
Más de dos meses sin saber lo que haces, sin saber si mereces atenciones de mis acciones...
Te sigo pensando y lo que más duro se me hace es no verte, mi orgullo pesa y pisa cada vez que quiero escribir tu nombre en alguna repisa, no debo ojearte, no debo saberte, debo dejarte y no volver a quererte, debo ser fuerte no asomarme a la ventana que tengo inexistente, para no llorarte ni saber comprenderte, debo dejarte libre, sin ataduras y con alas de embergadura de mucho calibre, tan largas y bellas con plumas negras como la noche brillando entre las estrellas, tan fuertes que te elevas sobre ellas, sin buscarme, sin verme, olvidándome, enterrándome en el averno ardiente... no era broma, no volvería a verte, sentirte, abrazarte, sonreírte... ya no puedo soñarte porque para qué soñar si nunca podré tenerte, si mi sentirte se muere con cada segundo que pasa sin que me entere.
Y no por no escribirte olvidé que existes, no por no verte te me resistes, no por no saber insistes, no por no poder sin querer cumplo mi promesa de con mi decencia huír del querer, prometí que jamás te hablaría, pero nunca dije que no te dedicara versos en tristeza y alegría, y cada año te felicitaría...
He entendido que en éstos años pasados toda la culpa ha sido sólo mía, que con engaños a ningún sitio llegaría, que solamente fueron sueños extraños y que nunca te tendría, cometí mil errores y ya no los arreglaré ni con palabras ni con flores, te ahorraré conmigo tus temores, y en otra vida si te recuerdo avanzaré, ya no dejaré que el destino dicte mi camino, sin que sea efímero nuestro encuentro, que podamos sentirnos muy dentro, escuchar nuestros latidos, esos que dejaron de latir cuando nos hemos ido...
Distanciados, heridos, autodestruídos, del suelo levantados y seguidos por recuerdos afligidos, entretenidos con nuevos sentidos, nuevas vidas, con nuestras idas y venidas, pero solos, cada uno por su lado, sin lazos que unan lo que vivir nos ha tocado...
Quería explicarte lo de esa persona... la seguía desde aquel tatuaje que te hiciste una tarde o una mañana, ese que te dije \"se sale\" y la mencionaste a ella... nos empezamos a seguir hasta ese día, sin interés de lo que hacía, no me veas como esa arpía... ví eso y necesitaba saber como estabas la noche de ese día, que fue el final de nuestra aventura vacía, pensé que después recapacitarías sobre las palabras que decías, así no fue y yo nada haré, como prometí no volverte a ver, y así cumplí y quise desaparecer, solamente por hacerte sentir bien...
Me cuesta pero no lo hago, si me asomara a nuestra ventana te seguiría otra vez sin reparo, y no quiero que te sientas vulnerable, no quiero que sientas que el diablo te hable, no pretendo hacerte sentir mal, no sé si tus sentimientos funcionan bien o fatal, si la empatía la mostrarías con alguien de verdad...
Y pensé que en realidad serías como te soñaba, como cuando me hacías tanto bien cuando me hablabas... pero el pasar del tiempo me cuenta que me equivocaba, mi alma desesperaba y la maté, pero ella resucitaba, ahora pido por todos, tú cuídate, sano estás y problema no tendrás, aunque no te interese yo estoy bien, todavía respiro a través de la piel, y entre mis suspiros de tí sigo acordándome, échote de menos entre tanto delirio sereno, locura de encierro y tortura para los que se van y no se puede volver a verlos, por eso pido que esto que el mundo está avisando, pase pronto y que no tengamos que lamentarnos los unos de los otros, que ya nada será igual pero volveremos a soñar con algo mejor, y si la humanidad deja de cargarse el mundo, seguro que nos irá mucho mejor.