Ese maldito bicho te acorrala
estás dentro de casa castigado,
¿Cómo es posible a esto haber llegado?
Le temes mucho más que a una bala.
Por momentos te mueves a la sala;
otras tantas terminas devanado,
y tu coco sufriendo acongojado,
prisión que a voluntad no te hace gala.
¡Qué duras pesadumbres hoy te pesan!
con escoria creada en el imperio
que el dolor de los pobres no sopesan,
viviendo con su miedo en cautiverio,
con sus almas dolidas los apresan
sin poder descifrar, su cruel misterio.
Esto es algo muy serio
que puede terminar haciendo daño.
¡Solidarios hermanos, sin engaño!