Hoy \"El nano\" culmina un nuevo año... me miro en el espejo del tiempo y me veo comprando \"La Guitarra\" su primer disco. Busco la portada del vinilo que todavía conservo y veo a un joven de ojos pícaros y soñadores con ganas de comerse el mundo y casi casi me veo a mi mismo.
Por él ( y por una nina exigente, todo hay que decirlo) aprendí catalán, él supo contar mucho mejor que yo nuestra niñez en la Barcelona de posguerra y los veranos en un pueblo de Aragón, él puso en mi boca esas \"Paraules de amor\" que todavía me tiemblan en los labios, él lloró conmigo \"Sota un cirerer florit\" la pérdida del primer amor y me enseñó que \"De mica en mica\", tot es pot oblidar.
Me acompañó en aquel catre con \"la primera\", compartió conmigo a \"la mujer que yo quiero\" y me enseñó que El Mediterráneo es como una mujer que se añora y que se quiere, que se conoce y se teme...
Cientos de canciones muchas de la cuales han quedado grabadas en la memoria colectiva de tres generaciones, canciones proféticas, avanzadas a su tiempo que nos advertían sobre las miserias del futuro pidiendo disculpas al señor, o gritando \"Pare, deixeu de plorar que ens han declarat la guerra...\"
Han pasado más de cincuenta años y ese hermano mayor me llevó de la mano a conocer a Machado, a Miguel Hernández o a Salvat Papasseit, me descubrió a Benedetti, y me enseñó que \"Al doblar la esquina, lo que soy y lo que tengo solo serán sombras , sombras de la china\".
Ha pasado medio siglo, pero él sigue volando solo o en bandada, iluminando el túnel del tiempo con su voz con sus canciones, pero sobre todo con su ejemplo.
Serrat, debería ser nombrado doctor honoris causa de la universidad de la vida, El nano, debería ser elegido \"patrimonio de la humanidad\".