Limerencia
Noche a ciegas que juega el designio.
Día creciente que abrasa la brasa.
Tarde en clemencia y suelta demencia.
¿Qué fuerza no se abate ante la avidez?
Ante la viveza que arde en el interior,
Ante la celeridad momentánea
Que anhela la morosidad perpetua.
Monumental el incendio de la Psique
Cuando retruena con su hálito,
Con la caricia del ribete del besar.
¿Qué brío no brilla con la ventura
Activa del alba cuando sopla el auge?
¿Qué dicha no muestra el éxtasis?
Delirio que oasis o galaxia provoca.
Inerte que el no perciba elocuente fusión.
Condenado el que no halle dicha fortuna.
Deploro al que abdica este boato.
Cuanta consonancia en tan corta etapa
Cuando no se estima el intérvalo
Que en desmedida escala transcuriría
Ante el cultivo del cuesco de la limerencia.
Por: Mariesther I. Muñoz Phi