Maldito virus que con corona vienes
a sembrar en el mundo miedo y terror,
a ser causante de profundo dolor
al poner en riesgo nuestra vida, salud y bienes
Trajiste a nuestras vidas días grises
como hace tanto no lo veíamos,
resulta que muchos éramos felices
y muy pocos lo que lo sabíamos.
Hoy son un riesgo de mis hijos sus abrazos;
también los besos y caricias de mi amada,
salir a la calle a dar mil pasos,
acudir con mi padre a su llamada.
Hoy es obligado nuestro encierro,
que guardemos todos la sana distancia,
que no nos gane la maldita ansia
y terminar en un triste entierro.
Evitemos pues la triste pena
de caer en sus fieras garras,
es mejor en casa echar amarras
y respetar todos la cuarentena.
Ciertamente vendrán tiempos mejores
de eso puedes estar seguro,
quedaran atrás nuestros temores
una vez pasado este trance duro.
Volveremos de nuevo a las calles,
a los bares, al café, al mercado,
valoraremos los pequeños detalles
como abrazar a quien tenemos al lado.
Abrazar mucho a mis bendiciones,
convivir con mis seres queridos,
con mi amor dar rienda suelta a las pasiones
después de tanto estar escondidos.
Toda calamidad enseñanza deja,
aprendamos pues todos de esta,
para superar asi la empinada cuesta
y que Dios siempre nos proteja.
Juan Manuel Guajardo
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