¿Cómo es ella?
preguntó un sueño
a mi alma...
Palabras no hallo
que describan su mirada,
de llanto y de mar,
de zafiro, de alborada.
Sus manos blancas
entre su pelo negro
arreboladas,
su cuerpo intenso,
su pose cual gacela, delicada.
Escucha bien si preguntas:
los ruiseñores con su canto
llegaron a envidiar
un día su voz,
y Dios sabe que él quisiera
tener su gran corazón.
DERECHOS DE AUTOR PATRICIA PALLE
LIBRO VI