Alberto Escobar

Ya verás

 

Estruja tu seso

 

 

 

 

 

 

 

 

Renacerás de tus cenizas,
recobrarás pronto tu centro,
Resurgirán de tus adentros
la luz, la llama y la espita.
La palabra poética te rehuye —dices—
tus invocaciones no bastan,
tu chispa a un gas llama
que fluye fuera de tu palabra.
Tu ingenio es remanso,
es barco sin vela ni viento —dices—
es plata que no llega al ensayo
y reo que no espera tormento.
Deseas que lo nacido de tu imprenta
no sea ripio que nutra el hormigón,
prueba a no pensar en un escalón
del que tu pie aún no ha dado cuenta.
Verás que la presente resistirá
los embates de la crítica,
verás que sus versos y sus rimas
cantarán por veredas y caminos,
verás como los hilos de tu destino
se entrelazarán en tus enaguas,
y brotarán de tu vestido
hasta hacerse gala de noche
que festeje tus armiños.
Confía en tu brújula,
confía en tu diverso racimo
de uvas rozagantes y trapío.
Eres alta, eres delirio, eres goce
y también cariño.