9 de julio,
la independencia
con la premura
de la inocencia,
una nación
que recién nace,
la tradición
que la contempla
y te hace bolsa
las ilusiones
de compartir
en la nostalgia
esa grandeza
que es nuestra patria.
Nace mi padre,
el bebe Aquiles
que crecerá
entre maníes
en la pradera
de la gran pampa
que se extendía
a las montañas,
cerca del río
y las comparsas.
Deja el maní
de su familia,
se muda lejos
y hasta se casa
en Buenos Aires
con la muchacha
que vive al lado
en la casona
que dejarán
para mudarse
al Villa Bosch
de la provincia.
Pino querido
yo te recuerdo
con tus enojos
muy controlados
y con tus tiernos
momentos sanos
de padre bueno
que protejió
a su familia
con tanto aplomo
en sus desvelos.
Pino, mi padre,
que se hizo viejo
y se estrujó
su corazón
cuando mi madre
se nos fue al cielo
dejándonos
en desconsuelo.