Kinmaya

Espíritu que se yergue

Abrumado y con la angustia cavando en mi alma,

una pesadumbre inesperada invade mi semblante,

mi sombra abraza mis retorcidas entrañas en el polvo,

un ahogo casi perpetuo cae desde un mundo de asombro.

 

Mis labios se estremecen entre el insomnio y el sueño,

un humano lóbrego recorre tiempos de sabiduría ausente,

infinitas preguntas se agolpan en los abismos de la ignorancia,

líderes guerreros con el alma abrumada miran sus egos.

 

Lágrimas se hacen ríos ignotos en almas sin voces,

un rezo que suplica en corazones desolados por la angustia,

muchos sueños muertos en un mañana de ánimos ruinosos,

un mundo mejor veo asomando junto al sol que me ilusiona.

 

El horizonte nos guiara hacia un lugar mejor,

la fe puesta definitivamente en el alma humana nacerá,

estos días tristes nos llevaran hacia el amor universal,

mantened la fe en un humano que se yergue hacia el cielo,

mientras todo el cosmos iluminara nuestras almas.

 

“Cuando el espíritu se yergue…hasta los dioses terminan de rodillas”