Pedro Antonio Borges Rodríguez

La muerte

La muerte

Territorio inexpugnable 

Juega con la vida el final de su suerte

 

La muerte

Solitaria y altiva

Nadie te ve

Pero tú los dominas

 

La muerte

Punto y seguido

Colina de amor y desgracias, por donde camina a sus anchas

Tan pancha que nos lleva a todos cogidos de la mano

Por un camino insondable, nuestros queridos hermanos

 

La muerte

Tan oscura y eficaz

Tan nítida y transitoria

Tan oculta tras la luna

Tan seria

No perdona

 

Inentendida

Incomprensible 

Truculenta

Reveladora

Resplandeciente

Irreductible

Noche oscura del alma, el final de la vida

Clara luz armonizadora, la entrada a la nueva puerta

Nadie te espera, incansable aventurera

Te haces grande en la penumbra

Cercenando a los mortales

Fin del ensueño que rodea el inconsciente 

 

Para uno vales mucho

Para otro tan poco, solo un precio

No eres hijo del azar 

Eres compromiso latente

Para quién sufre eres su suerte

Para quién vive intensamente, un inconveniente

 

Muerte

Siempre presente en las paredes de la vida

En las cumbres,  donde el hombre sabio grita tú nombre

Para embarcarse en un viaje, solo de ida