“Colmaré el sagrado estanque, con mis lágrimas, . . . no le aunque.”
Agua en absoluta calma
que va sangrando del alma,
quiere llegar a la orilla
de la vida que la humilla.
Navegando, . . . apenas voy,
la desgracia en la que estoy,
aunque la canoa flota
tengo hueca esencia rota.
El oleaje no se mueve,
contaminación conmueve,
la muerte pesca su fruto,
flora, especies, visten luto.
Traigo mi sombrero puesto
porque el sol está dispuesto
a llevarse la humedad
y al hombre sin humildad.
Incultura es lo que mata,
“las redes no son de plata
ni es el lago de cristal”,
cruel catástrofe abismal.
Humanidad ya despierta,
¿quieres Janitzio desierta?,
¿un mogote sobre el lodo
que se está llevando todo?
Tierra firme está muy cerca,
Jarácuaro ya se acerca
sus parcelas se divisan,
hay tragedias que se avisan.
Ganan el suelo y rebaños,
¡se los digo sin engaños!,
la cuenca la riega el llanto,
la tristeza, el desencanto.
Mi corazón se desprende,
“japhonda” ya ni comprende
el porqué se está secando,
¿Dios ha perdido su mando?
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda.
Isla de Janitzio, Pátzcuaro, Michoacán, México, julio del 2012.
Dedicado al Sr. Lic. Juan José Morales Hernández
Reg. SEP. Indautor No. 03-2013-051712171201-14