La primavera radiante ya llegó
en volandas como una mariposa
desgarradora, pura y hermosa
al tiempo que una lila floreció.
El sol de la mañana amaneció
sobre una ladera azarosa
y el cielo pintado, color de rosa,
frente a la oscura noche venció.
Y un alegre pensamiento renace
tras la nocturna y alevosa helada
al abrigo donde la roca yace
tras del frío invierno la nevada,
y en la cumbre dorada se rehace
la luna ahora desorientada.