Quién te ha de querer
como te quiero yo,
que atrape tu sombra
para bailar con vos.
Donde el viento pongas
las notas y el eco
resuene la canción
para mecer tu amor.
Y los cardos ya resecos
lancen al viento
sus semillas hecho flor.
Y tu sombra diga basta
hasta que la mañana
desaparezca mi pequeña ilusión
quedando con la tristeza
de los rayos del sol.