Dablodv

El ocaso de las dos de la tarde

He bajado la sierra al ocaso, tras par horas del mediodía

me acompañan las aves de la noche, decidieron madrugar

subí la cuesta con odio y dolor, perdido, ciego

ahora bajo triunfante y ya no me arden las heridas,

no triunfé sobre nada,

ni sobre aquellos, ni sobre aquellas,

que me tomaron por sujeto de autopsia después de matarme,

no triunfé sobre la mano autoritaria que me abandonó antes de saber yo hablar,

no tuve que triunfar sobre ninguno de ellos, ni sobre el azote de la vida

me bastó triunfar sobre mí mismo, y renacer como aquel que trae perdón.

Me bastó triunfar sobre mi ira que enmascaraba lágrimas,

Me bastó triunfar sobre mis puños que escondían palmas flageladas

Me bastó triunfar sobre todo aquello que me hizo ciego y autodestructivo.

 

Ahora bajo, y traigo las palabras que necesitaba en el pasado,

Bajo queriendo purificar los corazones que me rodean,

Bajo queriendo dar luz al que, perdido, se tropieza como yo me tropezaba

Bajo soñando con un mundo nuevo para todo aquel que murió una vez,

Para todo aquel que ha creído que llegó al fin de su camino.

 

Llego ahora al valle, pero jamás he estado tan arriba.