La poesía
Es un muchacho de provincia
Allí, a lo lejos, de su amada
Que por la tarde viaja
Con la mente puesta en su silueta
Y el rostro, ese tierno que lo empapa
Se va dibujando
Por todo el cielo de Buenos Aires.
El joven, en su nada misma se entierra
Y cree que ella, la misma muchacha de provincia
Recuerde de él su voz
Las palabras que en cartas se dijeron
Los ojos que nunca se cruzaron
Pero que sin dudarlo
En algún momento se cruzaran.