Pedro Antonio Borges Rodríguez

Perdido

Y sigo navegando solitario bajo la lúgubre soledad de mis días inciertos

Que triste retomar la desidia en los pasajes vacios del flaco libro de mi penosa vida

Aquí me encuentro, serenando el tedio desde el púlpito de la siempre frágil y humilde poesía

Aclamando una paz que sea verdadera desde todos sus costados

Inventando mil maneras de salir del paso

Pero sólo dolor viene a mi desde las más altas esferas

Tan larga y amarga se hace la espera

Que me presto a llorarle a una imagen icónica

A ver si el consuelo me aporta otro viento

Son más de mil ya mis lamentos