Antes que mis caricias descubrieran tu cintura al compás de una música cómplice, que tú aroma a primavera invadiera mis sentidos y que tus oídos escucharan mis palabras. Ante que tus labios, presintieran de los míos el deseo incontenible de un primer beso. Antes que tu piel cediera al amor, como a la estrella de mi cielo, te soñaba.