Como paloma herida volaba, sin saber para donde iba, y que me esperaba
El aíre como puñales, atravesaba, mi cuerpo adolorido, pues no sabía dónde poner
mis pies cansados, no de volar, sino por imaginarme que caminaba.
Mis ojos no se detenián, veían todo pasar, querían encontrar algo
que ni yo sabía que era.
Así la noche llegó y cansada con tristeza, en un árbol me quede, acurrucada lloré
Comprendiendo que mi destino, seria volar y volar sin medida y sin saber para que
Con ese pensar me quede dormida y soñe, que un sol resplandeciente
por mi vendría, calor me daría y en paz volaría, no estaría sola
Pues su calor siempre me acompañaria y otro volar sería.