Te leo cuando mis instantes despiertan
el recuerdo de un beso impensable,
Te leo cuando repiquetea la lluvia
insoportable, te veo al cerrar mis ojos,
en los mil rincones de nuestros cruces,
cuando tu mirada no hacía recortes,
y me decía aún no...Falta. Minutos
que te recorría y segundos que fijaba
mis ojos en tu fugaz retorno algún martes.