Te recuerdo en esta
madrugada fría y tibia,
te recuerdo cómo eras
aquel día en que te
conocí.
Tu recuerdo le provoca la
nostalgia a mi corazón,
en mis sueños te
veo con tu risa
y con tus ojos
brillando.
Tú en mis sueños
me llamas, llamas
con tu sonrisa
diciendo mi
nombre.
Y yo, en medio de la nada,
corro a tus brazos
y te beso,
y te abrazo.
Y te digo que siempre estaré
contigo, porque
tú eres el amor de
mi vida.
Me besas y te beso y tus
besos son sinceros
y de alma quieta.
Yo te entrego los anillos
de Saturno y tú
me entregas las
lunas de Plutón.
Te recuerdo,
en esta madrugada llena
de ilusiones y de
sueños.
Te recuerdo en el jardín
de mis anhelos,
te recuerdo con tu mirar
puesta en la mía.
En las horas solitarias de
la noche callada te
recuerdo con el
sueño.
Te sueño con tu sonrisa
blanca como las perlas,
y mi noche suspira
más con
tu presencia.
Eres el beso deseado
de probar
y las caricias que
guardar.
El viento de mi voz busca
en la noche tu nombre,
mi voz busca el calor
de tu voz para
hacer morada.
Pero mi voz no te toca
y se queda vacía, y
las estrellas me
recuerdan con su brillo,
tu nombre.
La noche busca posada
en tu sonrisa y la
luna se cobija
con el color de tus
ojos.
Pero sé que tú eres mi
sueño viviente.
Tu sonrisa va de tumbo
en tumbo en busca
de mi sonrisa dormida.
Cien flores rojas te regalo
para que seas
la única flor
de mis días.