No me digas que me amas
si no es así.
No me digas que me quieres
cuando m odias.
No me pegues,
no me grites,
no me insultes.
Me cuesta tanto aceptar la realidad…
pero no, no aguanto más!
Escúchame,
no soy de trapo!
Oigo, pienso y siento.
No soy ningún juguete,
que pueda ser tirado.
Y si piensas así…
no me mereces a tú lado!
Me marcharé y te dejaré,
solo, echado a un lado.
Y esta vez,
no podrás detenerme.
Ni con tus lloros,
ni tus llantos.
Porque esta vez,
me hice fuerte.
Esta vez...
por fin me he liberado.