Hiram Figueroa

En la habitaciĆ³n

Cuatro paredes atormentan
mucho más que aquel adiós
que me diste bajo la tormenta
partiendo mi corazón en dos.

Y al encierro me condenan
para así, proteger a quién se ama,
hoy en día los abrazos matan
y queremos ver el mundo sanar.

Dame vodka para olvidar el ayer
y para la oportunidad de volver amar
lavo mis manos con alcohol en gel,
y cubro mi boca con bozal.

Me aseguro con seguro y pestillo,
porque la visita no debo recibir
y combatire desde mi castillo
si es que quiero sobrevivir.