Buscaba un amanecer que combinara con el brillo de mis ojos cuando me hablas de algo que te hace feliz.
Buscaba un amanecer que te llenará de esperanza en un cielo que nos cubre aunque estés por allá y yo por acá, pero aun podemos enviarnos besos con el viento.
Buscaba un amanecer para que sintieras calma, esa calma que causas cuando subes la música y ves al horizonte.
Buscaba un amanecer que regalarte en esta ciudad cubierta de humo y corazones vacíos, que te llenará de calor al asomarse por tu ventana.
Buscaba un amanecer dónde vieras los mil amaneceres que están allá afuera para ti, aunque hayan días de nieve.
Buscaba y buscaba.
Y de pronto quería ser ese amanecer para ti.