Si no te hace feliz, elimínala, elimínala de tu vida. Recuerda que a ella no le importas, que ella exhibe sus pechos como recuerdos, que abre sus piernas a cualquiera, que roza su cuerpo con quien le da la gana, que tiene más marcas en su vientre que las tuyas, que le gusta esa vida y que por eso no aprecia la que tu anhelas. Recuerda que la palabra puta no es un insulto, es una persona. Una que le gusta hacerlo por placer y te hiere con cada hombre que la penetra. Recuerda que por más difícil que la vida se presente, ella tendrá en su cama otro pene. Ella probará el sudor de más hombres, mientras que tú, todo adolorido, recordarás lo mucho que la quieres. Por eso mi amigo, te lo digo, elimínala, que se vaya de tu vida para siempre, aunque siempre la veas en la cama y los brazos de mucha gente.