La extraña necesidad de demostrar,
la inocua manera de soliviantar,
la perentoria y única manera de olvidar,
la inseguridad está siempre por detrás.
La necesidad de vender, de demostrar,
Es enemiga de la verdad, mostrar,
crea absoluta y miedosa inseguridad,
y desconfianza ante el fallo enseñar.
En política, hay una enorme necesidad de demostrar,
de ocultar lo que se hace realmente mal,
en algunas empresas también se explaye esa cultura,
de desconfianza, individualismo, y extrema competividad.
En el mundo se adolece de autocrítica,
tanto individual, como algunos casos corporativa,
por la extrema presión de grupos de interés,
de amiguismos, que llevan al fracaso en ciernes.