Salgo a trabajar
y dejo atrás todo,
mi esposa, mi niña, mi nieto,
el pasado, mi sombra,
mi hijo, mi casa, mi cielo.
Voy solo y me sigo,
nadie me acompaña,
y en una esquina olvidada
he dejado lo que tenía,
y también a mi mismo.
Y sigo caminando
sin ser yo y en silencio,
sin echarme de menos.
Todo por una carta
y un paquete viejo.