Bernardo Arzate Benítez

Manos atadas.

¡Hoy, me han atado las manos

para no poder abrazar,

para ni siquiera poderme acercar,

como si estuviera inmundo!

 

¡Y como ansío saludar,

como siempre lo he hecho,

saludar,es un derecho,

sin medir distancias ni tiempo!

 

Esta horrenda cuarentena,

ha asesinado los besos,

los abrazos y saludos,

y ¿Qué mas vendrá?

 

La primavera llegó...

¿Y qué miró?

Calles desoladas,voces aisladas,

como si no existiéramos...

¿Quién aplaudirá su llegada?

 

¿Quién aspirará sus flores,

las aves, sabrán ellas distinguir sus colores?

¿Vendrá y se irá la primavera,

sin que nos vea y diga:\"hola\"?

 

Por lo pronto, me han atado las manos,

pero pareciera,que también el corazón,

también afecta mi razón,

¡la cuarentena que estamos!