Alek Hine

“YO SOY LA QUE SOY”

Originalmente en el origen,
principalmente en el principio,
Dios era Diosa,
por eso su nombre femenino \"Jehová\".

 

Cuenta esta historia que cuando a Moisés se le manifestó la presencia divina ꟷpor medio de la zarza ardiente, cerca de Horeb, monte de la divinidadꟷ, al preguntarle aquel por su nombre, para poder identificarla ante su pueblo, que era esclavo en Egipto, esta le dijo, con clara voz aguda, femenina: “YO SOY LA QUE SOY, ese es mi nombre. Así dirás a los israelitas: ‘YO SOY LA QUE SOY, la Diosa de sus antepasados Abraham, Isaac y Jacob, me ha enviado a ustedes’. YO SOY LA QUE SOY es mi nombre para siempre”.

Pero Moisés, proviniendo de una cultura patriarcal, no recibió, interiormente, con buen agrado aquella revelación divina, por el hecho de que era la representación de la mujer. En consecuencia decidió cambiar aquel nombre a masculino, “YO SOY EL QUE SOY”, y presentar ante el pueblo de Israel a la Diosa como Dios.

No obstante, y milagrosamente al parecer, el nombre original pasó de lengua en lengua, de pueblo en pueblo, de nación en nación, hasta llegar al español o castellano con la forma “Jehová”, y en las demás lenguas romances y otras, de modo similar, manteniendo así su esencia femenina.

Sin duda, el arbitrio de Moisés fue exitoso en aquella mutación de género para la deidad, pues hoy es reconocida como “Dios”, pero, evidentemente, fracasó en su intento de masculinizar su nombre. Cuánta razón tuvo Diosa cuando le dijo al que se convertiría en el caudillo de los israelitas, clave en su emancipación del pesado yugo egipcio, que su nombre “YO SOY LA QUE SOY” era para siempre.

 

domingo, 29 de marzo de 2020