La dulzura de toda ella me estremece,
ideal,
la voz de Ana,
los ojos de Sofía,
la sonrisa de Julia,
las expresiones de Dany,
la figura de Paloma,
la poesía de Violeta,
los sentimientos de Edith,
el canto de Kiri,
la sensualidad de Gina,
el erotismo de Laura,
...
intento sólo una,
quién sería,
Marylin,
posiblemente.
La habría amado,
cómo saberlo;
la incomprensión, el cine, demasiado inteligente,...
nadie la socorrió.
Los destellos de ellas perduran;
si bien una mujer las contiene a todas,
el corazón selecciona;
en fin.