Oh dulce vida que pasas desapercibida,
entre quehaceres te abres espacio, solo,
para encontrarte con el desamor.
Perdóname vida, por no tener nada para ofrecerte,
conseguir un pasaje a Marte ida y vuelta
seria mas sencillo que una sonrisa robarte.
Ahora déjame averiguar, con quien me he de quejar,
pues llegué a amarte, sin saber que no podría regresar.
Pero así es como sucedió,
un hasta mañana que nunca llegó,
un abrazo que finalmente terminó,
tu mirada a otro amanecer iluminó,
y mi habitación, llena de vacíos quedó.
Perdóname vida mía,
por solo amargo sabor poder regalarte...
es con este tu veneno, que ahora de tu parte,
a tu hermana la muerte, podré saludarle.