Se podía oír el eco de mi corazón como un ISO en tres D Tu piel de ébano tan suave y fresca de nuevo entre mis brazos,
Tu simpática voz tú pendiente inmaculado, perfecto envenenando,
Tu ovalo en aquel instante quise morir al verte pues musitando,
Tu nombre con asombro mire mi aspecto total y me perdí,
En un vacunadme ¡¡Pues tal fertilizada alegría no iba con mi indumentaria¡¡
Después de aquel canto de sirenas donde te duermen los sentidos,
Me busque las lagrimas entre mis dedos era tan fuerte el deseo,
De teneros regando de nuevo el curvilíneo de mi cuerpo,
Qué alegría en vena y que delito desfallecer sin tal gloria,
Sin el ISO entre mis dedos sin esa fatiga dulce, deleite,
Que emborracha cuanta demora cuanta osada espera,
Ya los perfiles míos traspasaron mi alma ya me deje,
Los escudos y las armas ya no sois en mi más que un cuerpo,
Al que ame y llene de mi gloria al cual doy uso y atributó,
Perjurando, maldiciendo el haberos amado,
Maldiciendo un te quiero que jamás debió,
Surgir de mis ricos labios, te puedo ver abatido,
Cual niño, que pierde su juguete su ISO de caricias,
Su batir de mariposas posadas lentamente,
En tu piel puedo verte hay postrado sin nada,
En tu boca tratando de encontrar la palabra,
Ese don divino más no oigo nada y yo callo,
En espacio de segundos y minutos,
Y te abrazo en un abrazo largo y prolongado,
Te invito a los sentidos, jugamos, en esa,
Pelea de niños y te vas de nuevo con,
Mi abrazo largo y prolongado con mi paz,
Con mi alegría con mis sentidos que ordenan,
Con mi ISO de haberte amado
Autora: jade B.M