Anoche te vi
Anoche te vi,
puse la luna sobre tu vida
y al sol bajo tus pies en la mañanas,
bebí de tu vaso
la gota de miel
del inmenso mar de agua
que rozaron tus labios.
Anoche te vi,
las ondas sonoras enmudecieron
y los latidos del corazón aceleraron su ritmo.
Un arpegio nocturno
Iluminó el instante,
y aquel momento
se eclipsó en el aire.
Por la mañana te vi,
la maga Aurora
iluminó tu cielo
y tu andar sereno y pausado
se eternizó en mi alma.
En la tarde te vi,
y tu compás sosegado y alegre
adornaba el vaivén de mis recuerdos.
Todo era uno y uno era todo,
hasta los mágicos colores
pronunciaron tu nombre.
Anoche te vi
y el silencio transformó el camino,
las aves levantaron su vuelo,
el sol iluminó tu rostro
y la alegría transformó su nido.